You know the day destroys the night...

Fotografía: Gloria Stavers.



27 de abril. Lunes con sabor a martes, porque el domingo se quitó el traje rojo y se enlutó.

Hay veces que pienso que el mundo lo habitan millones de inconscientes que transforman una porción de su vida en noticia con la cruel intención de hacerme trabajar. O no sé si hay un demonio o una deidad que, con el mismo fin, dilucida fenómenos tan esperpénticos como es que un cerdo le contagie la gripe a un ser humano. Y sólo para que un servidor, núcleo egocéntrico de mi reducido universo, no pueda malgastar un domingo de lluvia y viento despatarrado en el sofá, con la conciencia tranquila e ilusa por saber que mi inactividad no va a alterar la evolución del cosmos.

Mi teléfono móvil vibra medio segundo antes de que Krieger y Densmore se arranquen con “Break on through”. Durante esa mitad de un segundo, soy capaz de vaticinar mi futuro más inmediato, que se torna aciago cuando la pantalla me escupe que es la agencia quien me llama.

27 de abril. Lunes, seis de la mañana que se disfraza de cuatro, porque la noche menguó.

No hay nada como planificar un domingo para que deje de serlo. Un agujerito en el estómago empieza a asemejarse a un abismo. Es un momento feliz el que precede a una suculenta comida. Sin embargo, el teléfono me canta que el día destruye la noche y lo demás ya me lo sé. Es curiosa mi repetitiva actitud de interés por lo que me cuentan desde el otro lado, cuando digan lo que digan, sólo se admite por respuesta salir por patas. Un par de inconscientes de esos que habitan los pueblos de la Tierra, ha cometido la imprudencia de viajar a México y a su regreso, acometen la extravagancia de enfermar como cochinos. Un vasco y un manchego con la gripe de un marrano, incubada en el país de las rancheras. Hay que reconocer la creatividad que se gasta quien quiera que sea, para evitar que mi domingo se pierda en el limbo de los días olvidados. Tengo que editar imágenes y ruedas de prensa para que desde Londres, se distribuyan a los clientes. Monto el video con la premura que me otorga el deseo de volver pronto a casa, pero comprobar que no hay más trabajo que hacer, atrasa ese momento hasta las cinco. Mi festín se pudre. Engullo comida-basura.

27 de abril. Lunes. El espejo se ríe de mi cara en mi cara, porque me dejo los cuernos que me han salido en averiguar con quién me fue infiel mi domingo.

Al menos, tengo la tripa llena y estoy tumbado y seco. Hace veinte minutos, estaba hambriento y me preguntaba a quién le divierte tanto que empiece a llover cuando voy sobre la moto y estoy a mitad de camino a casa. Se me cierran los ojos. Aunque tarde, todo empieza a funcionar según lo planeado. Tras medio segundo de vibración, Jim Morrison me dice que trate de correr, que trate de esconderme y que me adentre en el otro lado. Pero el otro lado me dice que un avión procedente del otro lado del Atlántico va aterrizar en Barajas. No es muy común hallar en eso un motivo para salir por patas, pero al fin y al cabo, yo elegí esta vida. Vuelo sobre el asfalto hacia el aeropuerto, donde no llego a tocar tierra, puesto que me comunican que era una información errónea. Ha de ser muy peculiar el sentido del humor de quien se divierte con todo esto. Me vuelvo a la oficina a dejar el equipo y a consensuar la estrategia del día siguiente. Hay suficiente para repartir y me aprendo mi parte. Son las once de la noche y no tengo ni hambre ni sueño. Busco en los cajones, debajo del sofá, en el desagüe, en las mochilas, en las cajas, detrás de las puertas; pero mi domingo no aparece. Es lunes , 26 de abril y mañana será lunes, 27 de abril.

27 de abril. Lunes. Seis de la mañana y aún ignoro todo lo que me queda por contaros.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
"El espejo se ríe de mi cara en mi cara, porque me dejo los cuernos que me han salido en averiguar con quién me fue infiel mi domingo"

Eres grande Men.

Ademas lo tienes bien jodido, si al llegar a casa ya no tienes ni el mp3, ni el ordenata, ni la puta tele, ni los libros... quizas deberias haber tirado tambien el movil en aquel arrebato de sinceridad.

Leyendo tu blog se me cae la cara de verguenza con el mio, men.
Don´t fucking this way.
kari ha dicho que…
Fragmentos de Lorca :

"Se rasgan nubes grises en el mudo horizonte.
Sobre el agua dormida de la fuente, las gotas
Se clavan, levantando claras perlas de espuma.
Fuegos fatuos, que apaga el temblor de las ondas" (De Meditación bajo la lluvia)

"Andamos sobre un espejo sin azogue,
sobre un cristal sin nubes" (Tierra)

"Ábrete, sésamo del día.
Ciérrate, sésamo de la noche" (Venus)

"La luna tiene dientes de marfil.
¡Qué vieja y triste asoma!
...La luna le ha comprado pinturas a la muerte.
En esta noche turbia
¡Está la luna loca!"

Sobre cerdos sólo he encontrado al "Napoleón" de Orwell...

Un beso.

Ahoga la voz de tu jefe pulsando el botón de la cisterna y viendo deslizarse el móvil por los desagües esos que buscas...
Alberto Tallón ha dicho que…
Que grande tio, cada vez me divierto más leyendo tus historias...no de lo que te pasa, no jodamos.

La putada no es que nos roben el domingo, o el lunes, o el martes...la gran putada es que nos roban el tiempo, nuestro tiempo...ese tiempo para pasar con la pareja, con los amigos, con nosotros mismos. Al final, se trata de aprovechar al máximo el tiempo que nos dejan, y dedicar el que nos roban a algo que más o menos nos gusta.
aunque filmar a tios con una mascarilla en la boca paseando por un aeropuerto no debe ser muy motivador...

Al final habrá que salir corriendo...

Un saludo!
VolVoreta ha dicho que…
El móvil...ese gps tirano como un dictador que te localiza en cualquier rincón...hasta en el retrete!
"Se te olvidó tirarlo en la entrada anterior."
Te dejé en los comentarios mis inmensas ganas de estamparlo contra el suelo como hacen en las botaduras de los barcos...si no fuera porque, hay ocasiones...en las que son necesarios (llámese trabajo, como es tu caso).

El móvil...un aparato tan bien inventado capaz de sacarte de un mal momento...o sacarte de tus casillas por el mal uso que se le suele dar!
Te dejo un beso.

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