Break on through (to the other side).

Ilustración: "La persistencia de la memoria", Salvador Dalí.



Lunes, 27 de abril. Desde siempre.

"Kacho, olvídate de Sarkoy. Se confirma el primer caso de gripe porcina en Europa. Tira pa Almansa."

La atalaya que tanto había sudado vuelve a quedar libre. Quedan apenas cuatro minutos para que llegue el cochazo y el agasajamiento en tromba que España va a ofrecer a los Sres. Sarkozy, más porque son "chupis" y molan, que por ser presidente de una república y primera dama (ella da la vez). Apenas quedan tres minutos, y tras el insomnio y la carrera que antecedieron al florido y pomposo acto, me lo voy a perder porque hay un manchego ingresado en un hospital que estornuda, tose, moquea, suda, se calienta y vomita como un cerdo.

Recuerdo que cuando era pequeño, se sufrían tres tipos de enfermedades comunes: el catarro-constipado, la cagalera y la vomitera. No había más. Una vez me dijo un médico que tenía gastroenteritis y me giré a mi madre acojonado, inquiriéndole con la mirada si aquello era mortal de necesidad o qué. Luego conocí la gripe intestinal, la común, la aviar, la puta gripe y ahora, la porcina. O nueva gripe. O gripe A. Ah. Si fuésemos italianos, la llamaríamos "porca gripe" y tan a gustico.

Me pierdo, como siempre.

"Destrinco" a la Nena del trípode con cara de tortuga veloz. Ni que Almansa fuera a ser movida del lugar que ocupa. Como no es momento de ir a ninguna parte y de vez en cuando sufro impulsos repentinos e incontrolables, primos hermanos de la convulsión y que definiremos en esta casa como "kachadas"; todo el mundo observa con cara de berberecho tan súbito acontecimiento. Explico a mis compañeros que me largo adonde me largo y que disfruten sin mí de la Ortiz y de la Bruni (sé que había más gente, pero no había tiempo de enumeraciones más exhaustivas). Un compañero fotógrafo de la agencia es quien hereda mi preciado emplazamiento y como sincera muestra de eterna gratitud, me anuncia que desde la carretera que sigue hasta Alicante, hay una preciosa toma del Hospital de Almansa con el castillo de ídem al fondo, que él lo ve siempre que va con su familia a Benidorm. En unas horas comprobaré que tenía más razón que un santo.

Pasamos por la agencia para recoger los trastos de matar que nos faltan. Un ordenador para editar y otro para que el compañero-becario-redactor redacte. Cargadores varios, cables, máscaras y desinfectantes que nos enviaron cuando lo de la gripe aviar (sí, sí, como lo leéis) y repuestos de casi todo excepto de ropa. Y es que según quien da las órdenes, no hay tiempo de pasar por casa para apañar algo con lo que cambiarse al día siguiente si toca pernocta. Que os digo yo que se llevan Almansa. Yo no llevo ni las gafas y según se mire, puede ser peor o mejor que la incoveniencia que sufre el compañero-becario-redactor, que vino a primera hora de traje y se va de traje a Almansa; de lo que va a resultar que, efectivamente, la trasladan. Como ya os había contado, me había puesto un pantalón de proletario para ir en la moto, así que me lo repongo y emprendemos el camino hacia el pueblo móvil.

"No corráis". Suena a sorna. Por si no os acordáis, para mí es lunes, 27 de abril, desde hace treinta y cuatro horas, durante las cuales, lo que más he hecho ha sido correr. Al fin y al cabo, ahora corre el coche mientras yo voy sentado. Empiezo a notar los efectos de este lunes eterno, como la noche de los tiempos, en cuanto apoyo el culo en el asiento. El traqueteo y el vaivén de la recurrente A-3 me ayudan a conciliar el deseado y postergado sueño. Dos cosas se oponen aún a su bienvenida llegada: no dejar a solas al compañero-becario-redactor y que conduzco yo. Así que ventanilla abierta y musicón a todo volumen. Que el caos termine de conquistar el territorio. Por el camino, intento vislumbrar qué podemos encontrarnos allí y cómo afrontarlo periodísticamente. Dudo que la ciudad haya sido sitiada. Si es un hervidero de máscaras de las que no se lucen en el carnaval, ya nos podemos ir dando por sodomizados (i). Eso querría decir que tendríamos trabajo de sol a sol y que no saldríamos de allí en semana y media. Tampoco sabemos cuántos medios de comunicación han llegado antes que nosotros. Almansa puede ser en este momento, un plató gigantesco. Si es así, podemos darnos por sodomizados. Hace rato que se me pasó el sueño. Estoy ansioso por llegar y encontrarme cara a cara con la situación.

Una paradita para engullir comida-basura y un montón de cafeína, y a las cinco y media hacemos nuestra entrada triunfal en Almansa. La villa parece tranquila. Hay lugares en los que reina la calma con absolutismo tal, que ni una bomba nuclear alteraría la paz establecida. Parece ser uno de esos sitios. Llegamos a la puerta del hospital. Dos unidades móviles y media decena de coches marcados con logotipos de medios están plantados amenazantes ante sus muros. Una treintena de compañeros se guarecen del viento junto a la entrada.





"¡Hostia puta, qué viento!", contarán los libros de Historia que fueron mis primeras palabras al poner mi primer pie en Almansa, un lunes, 27 de abril, con la kufiya sacudiéndome el careto.

Primera impresión: con este viento no hay virus que pueda permanecer en el ambiente. De hecho, si semejante ventolera viniese de México, sería factible haber traído consigo el dichoso virus, los cerdos y los mil seiscientos infectados que se conocen a fecha de este largo y sin par lunes, 27 de abril.

Repito, entrada triunfal. Yo, con mis pintas de monje con dos pistolas y mi cara de koala agobiado, y el compañero-becario-redactor, con su traje de dependiente de El Corte Inglés; saliendo a toda leche del coche con los trastos de matar, con fuerte viento racheado que nos inclina cuales torres de Pisa. A pesar de ello, paso firme hacia el rebaño en el que todos se conocen y nosotros somos forasteros.

Un saludito y una presentación, para someterlos al tercer grado y que rajen todo lo que saben. CBR (licenciadme de "compañero-becario-redactor" a partir de ahora) acata la orden de ir a buscar a la responsable de prensa del hospital para que igualmente cante la traviata. Los compañeros mugrientos resultan de lo más amable y solícito. Así da gusto. La suerte está de nuestro lado y a las seis, ofrecerán una rueda de prensa en el interior de este edificio grande con camas (donde a veces, no hay bastantes). La mayoría de los medios vienen de Albacete, Valencia y Alicante.

Informamos a la autoridad pertinente de lo que va a ocurrir. Las instrucciones son grabar la rueda de prensa, unos exteriores del hospital, alguna imagen de gente con máscaras y conseguir una declaración a cámara de algún familiar del malogrado convaleciente.

Nos indican que entremos al hospital y que nos dirijamos al salón de actos. Yo sigo con el chip de la prensa madrileña: corre como si la felicidad te esperase al otro lado y písale la cabeza a tu madre, si te entorpece el camino. Pero los compis que hoy me rodean han aprendido a vivir y a convivir en el curro sin matarse. Suele ocurrir fuera de la Ciudad de las facturas. Son tan extraños... ¡parecen personas! Decelero y descubro que se puede respirar mientras se camina. Aún así, la marabunta de tan peculiares porteadores despierta la curiosidad de la gente cuando atravesamos los pasillos del edificio.


La rueda de prensa comienza y transcurridos unos minutos, un fotógrafo se apoya en una pared y apaga las luces de la sala. Nadie es capaz de dar con la combinación correcta de los interruptores y no hay luz suficiente para seguir grabando. Lo decimos todos a la vez, no sea que se nos entienda, y algún cachondo grita que van a gasearnos. La Directora General de Salud de Castilla-La Mancha, el responsable del equipo médico que trata al paciente y un epidemiólogo que han llevado para explicarnos qué carajo viene a ser el N1H1; se miran entre sí con cara de mejillones revenidos, buscando una explicación ante tal revuelo espontáneo. La luz vuelve a hacerse al fin. Retomamos las preguntas y las respuestas. Es entonces cuando se hace oír un personaje que previamente había llamado mi atención. Había llegado en una Honda Goldwin, poco antes del inicio de la comparecencia. Una considerable bandera española lucía, soportando el azote del viento rabioso, sobre una de las maletas de la moto. Su casco ocultaba un cabello rapado al uno, un rostro enjuto que aparentaba unos cuarenta años mal llevados, ornamentado con un bigote de apenas medio centímetro de grosor pegado al labio. Su mirada parecía desencajada y sus movimientos gozaban de una inercia cuasi-espasmódica. Vestía unos pantalones con muchos bolsillos (de ésos en los que es más fácil perder las cosas), botas militares en las se remetían los perniles y una sudadera con la enigmática leyenda "BOMBEROS DE ALBACETE". Un tío raro de cojones. Y fotógrafo, según el equipo que porta.

Como decía, el tipo destacaba entre la manada como una stripper en un parvulario. Tras un buen número de respuestas, los comparecientes preguntan si los periodistas desean saber algo más. El silencio se impone y parece ser que la cosa llega a su fin. Entonces, brotando de entre la masa, surge nuestro amigo con una nueva cuestión, declamada con tal énfasis gestual y tal histrionismo, propio de las tragedias griegas; que se apodera en un segundo de todas las miradas perplejas:

-"¡¿Cuál el mensaje que dan a la sociedad y a toda la humanidad, ante esta terrible amenaza?!"

Ni que decir tiene que ni el más sieso del salón puede retener la carcajada. El doctor improvisa un mensaje de tranquilidad (a toda la humanidad, desde Almansa), pero esto no satisface al inclasificable y original fotoperiodista-motorista-bélicosobomberoide-redactor, así que insiste en sus pregunta acrecentando la dimensión de sus gestos y el engolamiento y el volumen de su voz. Tras la repetición de la respuesta, termina la rueda de prensa. De ella podemos deducir que el muchacho con dolencia de cerdo está bajo control y que sus síntomas han remitido. También que permanecerá ingresado cuatro o cinco días más, y lo más importante, que ni él ni su familia quieren relación alguna con la prensa. Esto supone un inconveniente para las pretensiones amarillistas de los responsables de los medios. Ya sabéis de qué va el tema, últimamente.

Tan absorto estoy con la brillante actuación del bombero-reportero, que no me había dado cuenta de que mi CBR está más blanco que la bata del doctor y que el sudor resbala por su rostro pálido. Con el día que llevamos y el suculento festín que nos hemos regalado, no encuentro motivo por el que pueda sentirse mal. Me alivia al informarme que es hipocondríaco y que de tanto escuchar hablar de la dichosa enfermedad, cree sufrir todos los síntomas. Tal y como he aprendido de las películas de Woody Allen, insuperables fuentes de saber, el peor tratamiento para este tipo de pacientes es hacerles caso. Le arreo una metafórica colleja y salimos juntos del hospital para hacer el resto de los deberes.


Fotografía: Gloria Stravers.



"Hostia puta, qué viento." Llamo a la agencia y les describo el panorama, a la espera de nuevas instrucciones para montar el vídeo y enviarlo. Me piden que espere a que lo consulten con los ingleses y a los pocos minutos, unos platillos tintinean en mi bolsillo y una guitarra puntea compases en mi menor. La voz de barítono de Jim Morrison recita la letra de uno de los clásicos más influyentes de la Historia del Rock n' Roll. Desde que fue compuesta, casi cinco décadas atrás, hasta este cojonero lunes, 27 de abril; sigue poniendo la piel de gallina a millones de personas adictas al otro lado.

EL OTRO LADO:- "Londres no quiere que enviéis nada. Compraos ropa y buscad un hotel. De momento, seguís en Almansa."

Comentarios

kari ha dicho que…
Tal y como lo describes, Almansa debe ser "donde comienza Mordor y se extienden las sombras..."

En fin,que entre las compras de gayumbos, calcetines y camisetas nuevas, algo te inspire para crónicas posteriores.

Y, a la vuelta, "Riders on the storm"...
kari ha dicho que…
Por cierto, pásate por el último artículo de cierta isla...parece que te lo han puesto a huevo...
Ana ha dicho que…
Ding-doooong!!
Uix! llaman a la puerta!
- Buenos días- son tres y llevan una camisa en tono blanco con unas presillas plateadas...
- Buenos días! les puedo ayudar en algo?- que se note el colegio de pago, me digo.
- Claro! sería tan amable de poner los brazos por aquí?.
- Uix! pues va a ser que no! el blanco no me sienta muy bien y...
- Cogedla!!

Tendrías que habernos visto!! yo sorteando gallinas (ya te explicaré) gatos, sillas, dos muebles, una mesa...
Los muchachos detrás (sorteando también) y mientras yo gritando "PUEDO EXPLICARLO!!! puedo explicarlo!!
EL CULPABLE ES KACHO!!!".

Nada! que hube de tirarme en plancha cerca del ordenador y mover el maldito ratón (para que volviera a lucir tu texto en la pantalla) y amenazarlos con denunciarlos a la protectora de animales (por aquello de ser yo una gata) si no leían el texto (tu texto).

La cosa pintaba serena hasta que uno de ellos llegó a la altura de "cara de berberecho", ahí estallaron las primeras risas, que acuciaron con aquello de la "porca gripe", y fueron sucediéndose al compás de las "kachadas" varias que lucen diseminadas por todo el texto.

Para cuando llegaron al momento "a toda la humanidad, desde Almansa" los tenía descuajeringándose de risa por los suelos y hube de apartar sillas, gatos y demás objetos ornamentales para que no se me hicieran daño los muchachotes de la camisa de fuerza!!

Y aquí estamos, reponiéndonos de las carcajadas y disfrutando de unas cervecitas (que tenía de pura casualidad en la nevera. Yo soy más de vino).

La camisa de fuerza?
Bien! ahí en el suelo.

Mi vecino? (el que llamó para que me la pusieran) Bien también. Aquí, disfrutando con tu escrito.

Los muchachos que querían ponérmela?. Volverán, me han dicho, en cuanto les avise has colgado otra de tus "CrónicasDicharacheras".
:)

Mientras, un abrazo con risas, para ti.

PD; Sigues en Almansa? O se la han llevado ya? Jajajajaja
Unknown ha dicho que…
Buenisimo, men.
Mira que he vivido eso cienes y cienes de veces y me he descojonado.
Sigue asi Miguel.
Kacho ha dicho que…
Gracias por las risas. Que no paren. muax
Alberto Tallón ha dicho que…
¡Qué grande tio! qué grande. Aun me estoy descojonando, mi compañera me mira con cara de estar pensando: "estás como una cabra, no sé como te aguanto...".

Yo de ti me planteaba contar estas historias en papel, a lo Pérez-Reverte... te prometo que me compro el libro.

Qué buen rato macho...

Un saludo!
Ana ha dicho que…
Kacho,
escucha a Alberto (Tallón) que yo también me lo compro!!

Aún me duran las carcajadas
:)
VolVoreta ha dicho que…
Pues no sería la primera vez que Almansa "cambia de sitio" :)

http://es.wikipedia.org/wiki/Almansa#Historia

No me extraña que "estés de los nervios" y padezcas de insomnio con semejantes "vaivenes".
Menos mal que mirándolo por el lado "bueno" ...te salen unas historias que nos hacen pasar un buen rato!

Lo del bombero-motero-reportero-fotógrafo...oye, lo he "visto" mientras leía ¿eh? de comic, Kacho, de comic....

Te dejo un beso.
Kacho ha dicho que…
Volvo, he hecho todo lo posible para que pudieséis visualizar al bombero-reportero, pero el personaje es demasiado. Aún tiene algo que decir. Estoy en ello. Bien indagado lo de Almansa.

Chicos, ya tengo dos compradores para el libro, por lo que veo. Ahora sólo falta conocer algún editor suicida. Muchas gracias a todos.
Unknown ha dicho que…
Maestro, tendrías que editar ese libro con las crónicas periodísticas de cada día... Aunque creo que las matriculaciones en las facultades bajarían notablemente. Enorme historia, enorme relato. Que sepas que me juego el dinero para editar esa joya. ¿Dónde hay que poner el fajo de billetes, ennnn?
Ana ha dicho que…
Pues que bajen Carmen (Rengel)!!
(y me refiero a las matriculaciones en las facultades)

¿Qué mejor modo de "filtrar" a los "futuros profesionales competentes" que a golpe de "Kachada"?.
:)
Acepta Kacho!! Acepta el "fajo de dinero" para editar tus joyitas!.
(y me refiero a tus joyitas escritas, eh? no a las ... otras... Uix! por el amor de un Dios! me estoy sonrojando? ;)

Hagamos un recuento:
- Un "MaestroEscritor" de profesión "reporteroDicharachero" (osea tú!)
- Dos compradores (Alberto Tallón y servidora)(por ese orden que "asín" hemos llegado).
- Una editora (esto de que sea mujer me pone, mira tú!) con buen gusto.
No está mal para empezar, eh?.
:)

Venga, Kacho, dale (a las teclas)! Que esto no pare!!

Besos para esas yemas
(las que pican en las teclas)

PD; Herblay? Un gusto haberte descubierto :)
Unknown ha dicho que…
Men, no te me crezcas eh ¡¡¡¡
que las niñas son unas jodidas sirenas y con sus consiguintes cantos.
Tu a lo tuyo....
hijoeputa ha dicho que…
Muy bueno, podrías darle un poco más de cuerpo al personaje del bombero reportero para incluirlo en un relato cómo personaje.
José Mª C. ha dicho que…
Muy bueno y muy divertido, apúntame otro librito compañero. Esto es contagioso (la risa); jajajaja
THE LITTLE QUEENS ha dicho que…
Yo la verdad es que como me he engullido mucha serie B y españoladas... creía que tú vestías asi.... la imaginación y el no verte desde hace mucho tiempo y no haberme topado con ninguno de tu especie tampoco ha hecho que mi personaje de kacho lleve pantoles con bolsillos y una camiseta de chulazo de postín. Sorry.
Cambiaré el chip cuando nos volvamos a ver.
Kacho ha dicho que…
¿Camiseta de chulazo de postín? De eso no nos queda.
Ana ha dicho que…
Has oído (leído más bien) eso de;
"está feo de pedir, pero más de robar"?.
Pues en esas estamos, Kacho!
Necesito otro!!. (Hay que joderse. Cómo me tengo que ver! Mendigando orgasmos por los rincones!!)
Joder Kacho! Que ya vamos para dos semanas sin uno!!

Dile a tus yemas que se pongan las pilas y me proporcionen otro orgasmo (mental, se entiende).

Tus lectores (y me refiero a mí y a los muchachos de la camisa de fuerza) te echamos de menos.
No nos hagas de rogarte, anda!
;)

Mientras llegan (los orgasmos) te dejo un cestito de besos para esas yemas.
Anónimo ha dicho que…
Bueno, bueno, bueno... ahora entiendo por qué hace tanto q no coincidimos por este estupendo edificio que nos une..! Estás todavía por tierras catellano manchegas, a medio camino entre tu delegaçao y la mía...

Pues, cosas que tiene la vida, horas después de que tú recogieses tus bártulos y te llevases a la Nena y al compañero-becario-redactor a otros lares, yo me sentía intimidada y casi atropellada por el séquito de un joven(?) mandatario francés y su despampanante(?) esposa-cantautora...
Las 5 de la tarde de un largo lunes de abril... yo, entrando en Sanidad, tú, en el Hospital General... y todo por culpa de un cerdo y un niño!


Yo tb me compraría el libro!!

;D
Iria

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