... night divides the day.

Ilustración:"El sueño de la razón produce monstruos", Franciso de Goya.

El lunes, 27 de abril (después de extraviar un domingo), la agenda estaba cargada desde primera hora. Poco sueño por culpa de la absurda ansiedad que padezco cada vez que el día siguiente me acecha con una cobertura importante. Llevo ya varios años en esto y puedo decir que he hecho casi de todo, pero no puedo evitar obsesionarme al pensar en todos los detalles que pueden provocar que mi trabajo no salga bien.

A las doce y media, está previsto que los reyes reciban a Sarkozy y a su mediática y glamourosa santa esposa. Eso del glamour me parece una de los conceptos más repulsivos que conozco. Se reduce a tocarse los genitales como profesión y a dejarse las perras en ropa, para que una pléyade de gaznápiros deslenguados se tiren el pisto vociferando si la percha es adecuada a la magnificencia del modelito en cuestión. Desde hacía varios días, se había creado espectación ante el duelo de titanes glamourosos que se iba a producir entre la princesa Letizia y Carla Bruni. Se abre un paréntesis en la crisis económica, para restregarnos a los pobres la vidorra que se gastan las altas esferas a cuenta del bolsillo del personal. Los medios de comunicación, sus responsables, mejor dicho; pierden el contacto con la realidad y son hechizados por el cuento de hadas en lugar de denunciar el oprobio correspondiente.

Fotografía: AFP





Perdón, que me pierdo.

En las recepciones oficiales, los reporteros gráficos somos enclaustrados en un lugar que los servicios de seguridad y los responsables de relaciones con la prensa consideran "seguro". Normalmente, obvian añadir que se garanticen las mismas posibilidades para obtener un buen tiro de cámara a todos los asistentes. Lo más usual es que si no coges un sitio en la primera fila, estés realmente jodido. Desconocen, por ejemplo, que la TV precisa de varios planos para elaborar un montaje y que para ello, son necesarios planos abiertos y cerrados, de abertura y de cierre, movimiento y algunas cosas más. Los problemas de los fotógrafos son diferentes, pero también existen. El caso es que si tienes a alguien delante, ya no podrás hacer un plano general sin que te aparezca la coronilla de uno o varios compañeros. El eje horizontal también nos la juega, puesto que no toda la acción es frontal y las plataformas en las que nos ubican, no están siempre bien orientadas. Queda claro que conseguir un buen sitio es de una importancia aplastante. ¿Cómo se obtiene? Ya he hablado alguna vez de ello, pero aquí basta con decir que en un porcentaje masivo de ocasiones es CORRIENDO. Y puedo asegurar que los fotógrafos y los cámaras lo hacen como si al final del camino les esperase la felicidad. Ya luzcan barrigas toneleras, ya sean paticortos, ya tengan más años que Matusalén, ya carezcan de la más mínima aerodinámica; estos tíos se transforman en balas humanas cuando corren a pillar sitio. Soy imbécil, pero pensar en ese momento, en no llegar a tiempo al lugar adecuado, me quita el sueño y aniquila mi frágil paz interior.

Así pues, volvemos a las 6 de la mañana de un interminable lunes, 27 de abril, sin apenas haber dormido y con los nervios alterados. Debía ser que el plato estaba soso, así que, como ya sabemos, un cerdo contagió la gripe a un niño mexicano y éste provocó el pánico a nivel mundial por el simple e involuntario hecho de respirar. Ríete del efecto "mariposa". Volviendo a mi mundo, esto se traduce en tener que tomar unas imágenes del instituto de toxicología al que irán las muestras de los casos sospechosos que hay en España, para editarlas junto a unas tomas del aeropuerto a primera hora. Todo ello ha de estar enviado antes de las 10 de la mañana del insaciable lunes.

Hay que contar que en el Palacio del Pardo, sede de la recepción, los mugrientos no somos admitidos con nuestras pintas habituales. No podemos desentonar con tanto glamour y se nos exige el disfraz oficial de la sociedad civilizada: el traje de chaqueta y corbata. Lo meto en su funda y lo ato a la mochila para que no salga volando cuando me suba en la moto. Además, paso de ir a grabar con semejante semblante fuera de las puertas de palacio.

Terminé el vídeo del gripe porcina y me metí en el servicio para salir hecho un guaperas. Agarré los trastos de matar y me dirigí con un compañero al Pardo. Nos acreditaron, comprobaron que nuestro material no incluía nada sospechoso y nos recluyeron en el patio de columnas junto con otros 150 reporteros gráficos. Pude calcular que para las cámaras de TV, había unos diez puestos buenos. Bueno, sólo hay que correr, cargado con la Nena y el trípode, más que 140 tíos que tienen las mismas o más ganas que tú de llegar a la codiciada meta. Al fin y al cabo, yo elegí esta profesión.

Iniciamos el camino acompañados por un agente que hace de pastor y amenaza con echar a la puta calle al que lo adelante. Harto de desgañitarse, nos manda a tomar por el culo, a ver si nos matamos, y se inicia la estampida. Son unos 50 metros de sprint y, como me conozco los sitios buenos y no todos los conocen, consigo llegar a uno de ellos. Estamos todos para echar el bofe, pero por mi zona, todo el mundo se muestra contento al comprobar que vamos a tener un tiro limpio de la bajada del coche, los saludos y los himnos nacionales. Algún jeta, más famoso por ella que por su nombre bautismal, pide un huequecito o ponerse delante agachado. Ya se sabe que en la guerra, cualquier agujero es trinchera, pero arriesgarse a que te jodan el plano es casi suicida.

Queda una hora para que comience el acto. Balances de blancos, planos de recurso, pruebas de sensibilidad, luz y obturación... un ritual que asegura que la imagen sea decente. Según nos relajamos, intercambiamos el humo de los cigarros con saludos y conversación. Hoy es de esos días en los que nos encontramos todos. El tiempo pasa de un modo ameno, pero se ralentiza en los minutos finales previos al comienzo del acto. Todos en posición. Los fotógrafos mantienen la cámara a un lado de la cara, el dedo índice de la mano derecha presto sobre el disparador y la izquierda en la rueda del zoom, con la mirada fija en el punto por el que entrará el Rolls Royce en el que llegan el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy y su esposa, la ex-modelo y cantautora, Carla Bruni. Los cámaras de TV mantienen su mano izquierda en el objetivo de sus Nenas, meñique en el enfoque e índice en el diafragma, abrazando los trípodes, el pulgar de la mano derecha rozando el rec, índice y corazón sobre la tecla doble del zoom y apartando el ojo del visor, mientras por la avenida que conduce a palacio, se aproximan los reyes, los príncipes y el presidente del gobierno. Ya sólo hay que hacer bien aquello por lo que nos pagan y que a veces, nos quita el sueño.

De pronto, mi teléfono vibra en mi bolsillo y medio segundo después, John Densmore
marca el ritmo de una bossanova, para que Robbie Krieger le atice a las cuerdas graves con un histórico riff, mientras que Ray Manzarek acaricia las teclas de un primitivo sintetizador. Jim Morrison sostiene el micrófono, cierra los ojos y recita una apocalíptica oda al caos:

-"You know the day destroys the night,
night divides the day.
Try to run, try to hide.
Break on trhough to the other side."




EL OTRO LADO: -"Kacho, olvídate de Sarkozy. Se confirma el primer caso de gripe porcina en Europa. Tira pa Almansa."

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Has cometido un error men:

Has iniciado una serie, y ya no podras dejarla. Yastas escribiendo de tu viaje a Almansa cagando leches.

Los que conocemos esta profesion nuestra admitimos el relato de los hechos como cierto. siendo fotografo como soy (o creo ser que ya no se ni que soy) te aseguro que vemos las cosas de igual forma.

Yo tambien pasaba malas noches cuando me tocaba una cosa asi, y soy de los que corro como alma que lleva el diablo si de cogerPole Position se trata.

Aunque no te doy la razon en lo del fisico. En esta profesion estar en forma se agradece en sitios como las escaleras de Zarzuela o las del Palacio Real, o no?

Por muy mal que se porten en nuestros medios con nosotros, que no es mi caso (por si mi jefe me lee) cuando llega el momento salimos como gacelas para llegar al sitio deseado.

Bueno, no me enrrollo que esto no es lo mio.

Ah¡¡ la gente es de la Bruni, pero yo soy de la Leti ( que no del atleti, eso nunca)nuetra tan criticada princesa tiene una cintura que ya la querria yo para la defensa del Real Madrid anoche, pero es tema de otro Post.
Permiteme que me C. en su P. Madre por el partido de anoche en tu blog, disculpame.

Me pone una barbaridad... bueno, quiero decir que es majisima, la leti digo (Por si nos lee S.A.R)

Disculpa la licencia de dar salida a mis frustaciones futbolisticas, pero en el fondo soy un mortal mas.
Me gusta el futbol, las mujeres, las motos caras, el buen Ron y el Rock&Roll...


Un saludo men, que pasemos buen domingo.
Anónimo ha dicho que…
"El tiempo pasa de un modo ameno, pero se ralentiza en los MINUTOS FINALES PREVIOS al comienzo del acto"

Llevo un rato dándole vueltas a la expresión, Kacho. Tú tienes la última palabra en este asunto. Ese es tu privilegio.


Nota: desde otras islas hay quien se alegra de estas salvajes incursiones en otros reinos, por eso de encontrar hermanos hasta en el Infierno.

Gusta la serie.

Ginebra
Kacho ha dicho que…
Podría cambiarse por "los últimos minutos previos al comienzo del acto". Sonaría mejor, sí. El original es un poquito barroco, ciertamente. Tampoco fue buscado, salió así. Según compruebo en el diccionario, tanto "último" como "final", vienen a hablar de algo que no va a tener consecución. En este caso, la espera al comienzo del acto. Que sean "últimos" o "finales" no implica que no puedan ser "previos".

No sé si te convence. Gracias por la collejita y sobre todo, parafraseando a Lina Morgan, gracias por venir. Perdí la patente de corso y aquellas aguas me son hostiles. A veces observo desde la luna o el viento del Egeo me trae noticias. Sé que sopla también por Gades, donde se siente brisa. No te vayas. muax

P.S. Nunca contesto porque el texto queda en vuestras manos una vez publicado. Me da mucho corte hablar de lo escrito. Mmmm! Me has hecho romper mi hábito.
Kacho ha dicho que…
Y aprovecho la ruptura para daros las gracias a todos por hacer caso de mis escarceos con las letras. Sin vosotros, no tendría sentido este lugar. Disculpad que no suela contestar, pero en serio, me da mucha vergüenza debatir sobre lo que he escrito. No es cuestión de petulancia ni prepotencia.

Me emociono con los comentarios y los releo cien veces, no por vanidad, sino porque me parece casi mágico ver como los textos vuelven a mí, tamizados por vuestra interpretación.

Quizás algún día desaparezca esta costumbre. Mientras tanto muachísimas gracias. Mil lunas y mil besos.
Anónimo ha dicho que…
Romper hábitos, si es que nos dejan. No me digas que no es la mejor manera de disfrutar del domingo. Me alegro de mi contribución a tu causa.

Yo también he roto por ti uno mío.
Tampoco fue buscado, salió así.

Nota: no me arrastra el viento, me trae hasta aquí. Y eso que el viento del Egeo no sopla en Gades desde hace un par de días, pero no me inquieto. Siempre vuelve.
Unknown ha dicho que…
Ay, compadre, qué bien cuentas nuestras historias de cada día... Y qué grande, con Morrison de politono!!! Enorme, no me canso de decirlo
Ana ha dicho que…
Leyendo tus "crónicas" me viene a la cabeza el último anuncio de ..piiiiiii..(no estamos aquí para hacer publicidad ;) que dice así;

"Las cosas son normales hasta que alguien las hace extraordinarias".

Pues eso, Kacho.
Tú haces que sea extraordinario.

Un placer todo el texto.
Un orgasmo ese:
"...pierden el contacto con la realidad y son hechizados por el cuento de hadas en lugar de denunciar el oprobio correspondiente".

Joder! Brutal...
Vitalnn ha dicho que…
Estupenda entrada.. voy a ver más.

Un saludo.

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