Episodio V: No quieras ser 28, pudiendo ser 29

El resplandor, 1980



Episodio I: YouKnowTheDayDestroysTheNight...

Episodio II: ...NightDividesTheDay

Episodio III: BreakOnThrough(ToTheOtherSide)

Episodio IV: Lunes,Lunes,Lunes...



En episodios anteriores…


… 27 de abril. Domingo pluvio-ventoso. Cuatro estrena “Perdidos”. Peke se va de viaje. El planeta se ríe de México porque los cerdos contagian la gripe a las personas y éstas mueren como cerdos en el matadero. Estoy de guardia pero México queda lejos. Sin embargo, no cuento con que dos estudiantes provenientes de aquel país donde se piensa mucho en Madrí, Madrí, Madrí; han ingresado en sendos hospitales de Bilbao y Almansa, aquejados de tan puerca dolencia. El que escribe (quede claro) y Compañero-Becario-Redactor (CBR) plantan a la misma Carla Bruni para ir al núcleo geográfico de la noticia, Almansa. Atrapados en una espiral de espacio y tiempo, el futuro se presenta tan desasosegador y tan inquietante como lo es un callejón oscuro en una noche de niebla cerrada. No es para tanto, pero hay que contarlo...



“Ella vive en la calle del amor…” me canta Morrison con sutil delicadeza, aprendida para no alterar mi irascible humor matutino. Aunque abro los ojos, sigo sin ver nada, puesto que a pesar de haber dejado de ser 27 de abril (tan dominguero y lunero) por arte de magia; que mis gafas aparezcan sobre la mesilla no forma parte del truco.



Quiero ir directo a la ducha, pero mi miopía me lleva directo a las esquinas y me alivio con la usura que practican los constructores inmobiliarios escatimando calidad en los materiales, porque de haber dotado a los muros de la solidez y consistencia adecuadas, ya tendría un diente partido o una ceja abierta. Me pego a la nariz los botecitos con los que el hotel agasaja a los clientes, tratando de leer cuál es del champú y cuál el del gel. El chorro del grifo es de los que dispersan manifestantes y eso me ayuda a despertar y cargarme de energía, aunque el simple hecho de haberme zafado del finado 27 de abril me inunda de un positivismo atroz para afrontar la jornada.

Al fin me pongo las lentillas y disfruto de las indescriptibles e innumerables ventajas que otorga un mundo enfocado. Tengo un hambre de caballo que pienso saciar con comida para humanos. Soy de los que disfrutan con un desayuno continental y me espera un buffet de los que sueña Carpanta. Allí me reencuentro con CBR, cuya cara no refleja la satisfacción de la mía. Mis agoreros pronósticos se hicieron ciertos y su ducha ha sido un vergonzante suplicio debido a su condición de válido en un baño para minusválidos. La culpa de todo la tiene una silla inteligentemente atornillada al suelo, donde uno puede asearse cómodamente sentado. Evitar el contacto con ella implica la adopción de posturas grotescas que provocan la risa al ser descritas. Además de descojonarme, no puedo hacer otra cosa que recordarle que tuvo la oportunidad de cambiarme la habitación, con lo que aprovecho para resaltar la banalidad de ciertos sacrificios en esta vida perra y por último, invitarle a ponerse como “el tenazas” antes de salir a trabajar. En este oficio y según una de mis jefas, conviene ducharse antes de salir a ninguna parte (aunque sea en posiciones poco favorecedoras), comer como si no fueras a hacerlo en meses y dormir cuando tengas un minuto muerto.

Partimos hacia al Hospital General de Almansa para grabar de nuevo la fachada, con esa luz tan peculiar que la baña en las mañanas primaverales. Tan peculiar como la de las tardes, los atardeceres, los amaneceres y los mediodías. Tan peculiar como el absurdo protocolo del periodismo televisivo. Las imágenes en la pantalla son como cerillas que se consumen sujetas por los dedos de los espectadores. Mueren al tiempo que se dejan mirar.

No hay trasiego de gente en la puerta ni en el aparcamiento, salvo periodistas y algunos a los que tal calificación les viene grande o pequeña (según se mire). Tan siquiera están apostadas las unidades móviles de ostentosas antenas que daban un matiz catastrofista al asunto en la tarde de ayer. Aquí parece que nadie tiene ni puta idea de que el mundo se acaba y que estamos en la cuna del origen del fin. Los almanseños que pululan por la zona, aquellos que tienen algún motivo para ir al hospital –ya sea por carencias de salud o por altruismo visitador- se percatan de lo inusual que resulta tanto equipo de TV por la zona, pero circulan sin hacer visible el apocalíptico sentimiento que sin duda, reconcome su interior. Nuestros superiores, dioses olímpicos de la información, reclaman su desgarrado testimonio para esclarecer la pandemia que se avecina y que amenaza con aniquilar cualquier atisbo de vida humana… desde Almansa.

El séptimo sello. 1957



CBR se adentra en el edificio a fin de recabar algo de información sobre el estado del joven que sufre la curiosa enfermedad, pero sale con las manos vacías, aunque metidas en los bolsillos para protegerse del viento gélido que según deducciones lógicas, -ya podemos afirmar- caracteriza a la zona. Entrevistamos a algunos seres humanos que entran o salen del centro de salud, esperando obtener el desgarrado testimonio de los que, por lógica y proximidad geográficas, sucumbirán en primer término a la devastadora letalidad del virus N1H1 (que sigo confundiendo con un modelo de cámara de Canon).

-“¿Está usted alarmado por el hecho de que un vecino del pueblo esté contagiado por esta gripe que hasta el momento se presenta como bastante mortal?”

Ante semejante lindeza, no somos enviados a tomar por el culo, como estábamos acostumbrados hasta la reconfortante aparición de “Callejeros”. Los almanseños, gente ufana que a diario hace cara a los inclementes castigos de Eolo, contestan con firmeza y displicencia que se encuentran tranquilos, con cierta congoja, pero confiando en que se estarán haciendo bien las cosas. Insisten, eso sí, en que el joven griposo más famoso de España se va a perder las fiestas; lo que ni el hecho de sanar y salvar la vida es óbice para ser considerado como una somera putada.

Tenemos que enviar antes de las diez, y coincidiendo con la llegada de algunos compañeros de otros medios (más perezosos o más listos), volvemos al hotel para editar el vídeo por el que nunca ganaremos premio ni mención alguna. No sé qué estúpido argumento se incrusta en nuestras abotagadas mentes para soñar con que tras enviar tan vergonzante vídeo, vamos a ser devueltos a casa a recuperar los días que nos mangaron por el camino. Es más, una voz cavernícola que emana de la radio del coche nos informa de los últimos derroteros por los que discurre el tema que mantiene en alerta a todo el planeta. Se están estudiando nuevos casos en Cataluña y Valencia, donde los compañeros de viaje de nuestro manchego griposo, han acudido en masa a los hospitales para someterse a pruebas analíticas que puedan diagnosticar si están contagiados o si pueden seguir con su juvenil vida disoluta, promiscua y despendolada; tan propia de la veintena.

Está claro que no volveremos a casa ni aunque nos hayamos dejado el gas abierto. La sodomía comienza a ser patente en lugar de latente, que siempre resultaba menos dolorosa. La antítesis de la anestesia se llama Antonia y asegura por el altavoz de la radio ser madre del convaleciente chaval y responde a las preguntas de Juan Ramón Lucas (al que profeso una simpatía de ésas de no poder mirar ni su retrato). Esta entrevista supone una auténtica patada en el ángulo agudo que se dibuja en la entrepierna. Ayer por la tarde, la familia pedía intimidad y respeto. Seguro que es su deseo, pero hacer declaraciones a la prensa es abrir la jaula de los leones tras embadurnarse con sangre de cordero. Ni de coña, van a permitir los demás medios que RNE se quede con la exclusiva. Si la madre raja, tiene que rajar para todos. ¿Os sorprende este planteamiento? Dedicaos al periodismo y flipad en colores durante un tiempo. Luego lo veréis de lo más natural.

Informamos a nuestra jefa de lo que se acaba de emitir y ésta nos dispara a los pies para que bailemos. Volvemos al hospital en busca de la señora o de los compañeros, por si pueden facilitarnos algún modo de contactar con ella. El viento no quiere dejarnos salir del coche, pero a mí lo impide más aún la conciencia, que me dice que estamos en el albor de una cacería mediática. Los periodistas se han multiplicado en presencia, debido sin duda a las infortunadas declaraciones de Antonia, a la que nadie sabe poner rostro a la par que anhelamos su voz.

Son las diez y media y es hora de que ocurra un hecho inaudito. El vendedor de cupones de la ONCE afirma haber visto entrar y salir a la señora que ahora mismo se halla en exhaustiva busca y captura por parte de la prensa. No quiero resultar un cabrón desalmado, pero es inevitable dudar de la fiabilidad del testimonio por lo que insólito de su procedencia. Sin embargo, a punto de preguntarle por el cómo, me veo obligado a concedederle de inmediato toda mi fe; puesto que demuestra ver, y muy requetebién, al reconocer mi identidad y describir el histórico momento de nuestra llegada en la tarde de ayer, la cual llamó su insaciable atención por la prisa aparente y por lo indómito de nuestra indumentaria. Esto último no ha mejorado mucho, pues yo sigo llevando la pinta infame que me caracteriza y CBR, despojado de la camisa del traje que ha substituido por una camiseta a la caja bajo la chaqueta, se asemeja a Sonny Crockett en los mejores tiempos de “Corrupción en Miami”.

¿A que mola?




Así pues, discernimos sobre cómo conseguir unas palabras de algún familiar que satisfaga la voracidad de nuestros superiores. Algunos colegas tienen la desgracia de ganarse el pan en medios cuyos responsables carecen de cualquier atisbo de ética (digo “cualquier” porque de esto, en esto, nadie va sobrado), así que a estas alturas del día y alentados por otro soplo del de la ONCE (o es de la CIA o es una Wikipedia andante), ya han visitado el taller de carpintería donde el padre del chico ingresado realiza el trabajo que origina el sustento familiar, y de donde –todo sea dicho- han sido enviados a tomar por el culo por el citado padre de la criatura griposa. Tal carpintería es una suerte de negocio familiar y seguro que cuenta con hachas y sierras. Las declaraciones no merecen el cercenamiento de un miembro y de allí salieron por patas, antes de perderlas, los sufridos colegas, no sin que antes una de las tías del enfermo anunciase que iba a visitar a su sobrino allá por la una del mediodía. Esta familia ha ganado un premio gordo transformado en mierda con esto del chavea y su cojonera enfermedad. Ser interés de la prensa es peor que un empalamiento anal, sin exagerar (y lo digo como empalador ocasional).

Pedimos una descripción exhaustiva de la pariente directa para esperarla en la puerta del hospital y pedirle, sin coacción alguna (tal y como reza nuestro libro de estilo), esas palabras que den carpetazo al tema y carnaza para el editor. A cambio, los que la vieron con sus propias dioptrías nos dicen que es normal y rubia, algo que la convierte de inmediato en alguien inconfundible.

Hora de recapitular. Estamos jodidos. Muy jodidos. El tema nos toca, literalmente, las pelotas; y nuestra labor se reduce a esperar en la puerta de un hospital, donde sopla el viento helado con resentimiento secular, a quien no hemos visto en nuestra puñetera vida; o en una segunda opción, aventurarnos al taller del colega de San José e invitarle a cortarnos una extremidad a cambio de cuatro palabros para los informativos de mediodía. Entretanto, los que trabajan para medios más desaforados, ya andan rebuscando el domicilio de la familia del muchacho para plantarse allí al asalto de algún pariente, por lejano que resulte.

La matanza de Texas. 1974



Resulta curioso que encabece la cruzada una joven reportera que recientemente fue expulsada de un programa de dudosa calaña (y de donde es muy difícil que te expulsen), por no contrastar una información manipulada a ojos vista. Una denuncia de otra cadena a la que (para más “inri”) le pisó la noticia, provocó que le adornaran su pandero con la huella de un mocasín de suela inmaculada. Esto, por desgracia, es lo habitual. Lo de mentir y lo de patear el culo. Entelequia de manual. Y sobre todo cuando hablamos de neófitos que buscan un hueco de minuto y medio en la parrilla de los múltiples canales que nos torturan a diario con sus noticias sobredimensionadas. Lo peor es que no la echaron por estafar, sino por tener que rectificar ante la evidencia de la denuncia de la otra cadena, que también es amiga de la manipulación y el embuste. La “churri” (jovencísima y monísima, por “supuestísimo”) se queja abiertamente de lo humillante que resultó aquel puntapié en el pompis para su reputación, sin admitir jamás que le importó siete mierdas mentir a conciencia como un concejal en campaña. También achaca a su infortunio verse ahora en tan mala suerte de tener que acosar a un familiar que le ponga las peras a cuarto o el ojo a la funerala. Pero ahí la tenemos, entrando al trapo porque todo su talento se reduce a su innata capacidad de correr como pollo sin cabeza.

CBR tiene tan pocas ganas de participar en la montería como yo, así que agradece que no exista amenaza ni coacción posible que nos impida limitarnos a esperar a la mencionada tía rubia y normal en la puerta del hospital, y preguntarle, cámara en suelo, si tiene a bien apiadarse de semejantes bufones de la modernidad de la moda moderna, y dar réplica a una pregunta ñoña e inocente sobre la salud de su sobrinete, el estudiante viajero con gripe porcina, que manda cojones. Periodísticamente hablando, me parece ridículo, pero es evidente que eso se la trae flojísima a todo el planeta, con la única excepción de mí mismo. Y esa situación sí que representa nadar a contracorriente y predicar en el desierto para mi propia conciencia.

Seguimos en la puerta del Hospital de Almansa, donde la gente que espera la llegada del autobús se lo pasa teta mirando a la fauna periodística en plena acción. El mundo se acaba, pero es entretenidísmo. Es entonces cuando me percato de una Honda Goldwing aparcada que no había visto hasta ahora. La enseña patria ondea con furia, saña, arte y tronío en lo alto del fino mástil que la afianza a su majestuosa montura. Pero su insigne jinete no se halla por ninguna parte. Ni rastro del fotoperiodista-motorista-belicosobomberoide-redactor que ayer nos abrió la boca hasta el desencajamiento maxilofacial por su bravura y su entrega, por su afán de esclarecer la verdad como principio único de la información, por su inasequibilidad al desaliento con tal de aplacar el pánico mundial con un mensaje de tranquilidad a toda la Humanidad desde el salón de actos del Hospital de Almansa.

Easy Rider. 1969




Saber que está y no verlo, me produce alivio y desazón por igual. Mientras dirimo tales sentimientos en mi fuero interno, diviso su inconfundible estampa aproximándose desde el interior del hospital con un ímpetu y un brío que sólo pueden pertenecer a un único hombre en el planeta, a pesar de que se me muestre a cámara realmente “leeennnttaaa”. Esas botas que cubren los perniles del pantalón de campaña dan firmes pasos de gigante sobre el reflectante enlosado del hospital, como si abarcasen siete leguas por zancada retumbando en el corredor como el eco del martillo de Thor. La misma sudadera de los BOMBEROS DE ALBACETE se amolda a los caprichos de los brazos sinuosos que se balancean al son del violento caminar, dibujando una cascada de pliegues en el tejido ajado, raído, “apelotillado” y descolorido. El pañuelo al cuello parece ser la innovadora aportación a ese semblante tan característico como el de un dibujo animado. Casi aprecio el vaivén del azote del viento en los microscópicos pelilllos de aquel bigotito de facha de antaño que adorna su boca prieta. Su mirada desencajada tras sus lentes está fija en la mía, que se oculta de un casi justificado acojone tras las negras gafas de sol. El tipo llega hasta mí y se detiene a escasos milímetros de mi espacio vital. Se cuadra cual general a punto de declarar la guerra y me grita sin más:

-“¡¡¡Me he recorrido el hospital de cabo a rabo y aquí no hay NÁ que rascar!!!”

La entonación habría valido igualmente para la frase “¡¡¡Tú violaste a mi hermana, Pendleton!!!” Ante tal derroche energético, tal dramatismo despojado de ornamento, tal descarnada sinceridad; no puedo más que adornarme con una pausa sobrecargada de intención y un histriónico arqueo simultáneo de cejas y boca, manteniendo el cuerpo hierático como una estaca. Me mira con cara de perdonarme la vida por no haber entendido la gravedad de la situación planteada. El silencio es eterno. La tensión se solidifica por momentos en el angosto espacio que nos separa. Los demás intentan, sin éxito, regar sus arenosas gargantas con la saliva que no logran producir sus bocas yertas. Cuando la caldera está a punto de explotar, se arranca hacia la Goldwing con un espasmo más propio de una máquina que de un humano.

Y así desaparece de nuestras vidas fotoperiodista-motorista-belicosobomberoide-redactor, dejando un panorama inerte en medio de la ventisca manchega, mientras se pierde su silueta en lontananza, y el arrullo del motor de su Honda en el vacío del silencio.

Tan siquiera se escucha la voz de EL OTRO LADO.

(Continuará... si la cotidianeidad lo permite)

Comentarios

THE LITTLE QUEENS ha dicho que…
Lo siento kacho como conozco tus inevitables marchas y desolaciones, y yo desde hace dos dias tengo la neurona traspuesta, voy a leerlo por capítulos cuando llegué a las islas. Por ahora promete.
Kacho ha dicho que…
Gracias, reina. Me da que sí que se me ha ido la mano con la extensión... ups
VolVoreta ha dicho que…
Kacho, porfa please, mira que volver a digerir toda la espera en la puerta del "Hospi", pasar de puntillas sobre el asunto del "gato con botas" motorizado... para luego dejarnos pendientes, de nuevo, con el resto de la historia...¡Arg! ya te vale y lo peor...¡sabe dios hasta cuando! ;)

¡"porca miseria" tu oficio!. ¿De verdad no prefieres "pasar" a redacción? ¡cómo envidio tus dotes de palabra! :)

Te dejo un besasazo.
Alberto Tallón ha dicho que…
¡qué grande! ¡qué grande!, mi compañera me mira con cara de "este tio cada vez está peor de lo suyo" mientras me pregunta "¿de qué te ries?".

es una historia digna de un libro de Pèrez Reverte...el gato-facha-motero-con botas da para mucho...

Estoy con Volvo, no nos puedes dejar sin el resto de la historia.

saludos!!!
Unknown ha dicho que…
Me he leido la mitad.
La otra mitad mañana.

Porque, claro, el nene no puede escribir esto por etapas...
Todo al mogollon
Ana ha dicho que…
PENDLETON!! ESTÁS DESPEDIDO!!

Fmdo: TuJefa.

Bien, solventado el tema "cotidianeidad", agarra lo imprescindible, enciérrate en una habitación y ESCRIBE!!
Por Dios, Kacho!! escribe!!

Fmdo: Ana.

Yo no tengo "compañero" como Tallón pero los tíos de la camisa de fuerza y yo esperamos con (im)paciencia el resto.

Y que no te apure lo largo del texto. Que el "MediaNena". Perdón! ¿he dicho, "mediaNena"?, quería decir "Cuéllar"!!, se apañe como buenamente pueda!!
;)

Besos, Pedazo de Escritor.
hijoeputa ha dicho que…
jajajaja, de verdad, el tío de la moto se merece una serie para él entera, piensatelo.
José Mª C. ha dicho que…
Desde Mondragón, te rogamos un final, incluso si es lógico.

Salu2 compañero
te buscare por las calles
Kacho ha dicho que…
Todo tiene su final y esto no será menos.

Gracias a todos.
kari ha dicho que…
Supongo que la longitud del texto va acorde con el tiempo que llevabas sin escribir nada por aquí.

Pa´que lo sepas: molan tus fotos, pero si has pensado por un momento que me voy a conformar con mirarlas sin textos, ya puedes ir echando al váter tu cámara nueva.

Un besote. Me vuelve a alegrar leerte, como siempre.
J. ha dicho que…
Enterito antes de ir a dormir.
Estupendo. Sabes que debes seguir escribiendo, porque ya tienes a tu banda de lectores devoradores que, como no les eches algo de vez en cuando, irán a por ti. Yo me he estrenado en otro blog, a ver si renace el fénix...
Stefany González ha dicho que…
Madre mia chico, no he llegado ni a la mitad.
Le he dado al cursor para ver lo que quedaba y lo he dejao por imposible.
No puedes ponernos tanto texto a los fotografos!!!! No ves que nos puede dar un jamacuco!?
:-D


Un besito.
Ana ha dicho que…
COÑO PENDLETON!!
QUE ESPERAR, ESPERAMOS,
PERO A ESTE PASO SE NOS VA A ENMOHECER LAS GANAS Y LA RAZÓN!!!

MES Y MEDIO, PENDLETON!!
MES-Y-MEDIO!!

EN MI VIDA HE ESPERADO TANTO POR NADIE?!!
MÁS TE VALE QUE LA ESPERA MEREZCA MUUUUUUUCHO LA PENA!!!

Inspiro, espiro, inspiro, espiro...

Vale, razonemos...
Veamos, pongo en tu conocimiento que TE ESTÁS JUGANDO EL PELLEJO...
Verás, no es sólo que "me gusten los gatos";
mi horóscopo es LEO
y en el horóscopo Azteca soy JAGUAR...

LO CAPTAS, PENDLETON?
Soy de las que ronroneo...SÍ!
Pero no quieras estar cerca si me enfadas...
TENDRÁN QUE RECOGERTE DEL SUELO CON CUCHARITA!!

VENGA,Kacho,DALE!!
;)
Kacho ha dicho que…
"La vida es lo que te ocurre mientras haces otros planes" (Lennon)

"La vida es todo lo que te aparta de lo que quieres hacer en realidad" (Kacho)
Ana ha dicho que…
La pucha!! (que diría Mafalda)

¿¿¿¡¡Pretendes que aceptemos "LaVIDA" como "animal de compañía"!!!!???
prfrgffgrrp...

Pendleton,
Vete despidiendo del pellejo...
(Me refiero al órgano sensorial más grande que tienes...).
;)

PD; de todos modos me quedo más tranquila (lo que no sé cuánto me durará) teniendo noticias tuyas.
Un beso.
Stefany González ha dicho que…
Cuanto tiempo sin asomarme por aqui, y veo que aun sigue el KAcho texto este.

Ayssss hace falta una actualización querido.

Un beso!!
Alberto Tallón ha dicho que…
Kacho, Cuéllar ha chapado el blog!
cuando lo veas, dale una colleja de mi parte :)
Ana ha dicho que…
Dos.
Que sean dos las collejas!.
;)
Unknown ha dicho que…
Actualizamos o que?
;-)
VolVoreta ha dicho que…
Creo que va a ser más bien...o qué.
Kacho ha dicho que…
Dentro de poco. Éste es un blog de actualización infrecuente y sorpresiva.
Anónimo ha dicho que…
Hola, muy interesante el post, muchos saludos desde Colombia!

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